La policía de la alegría.
La expresión es, que yo sepa, de Juan Carlos Girauta. En Twitter.
Al menos Google no da ninguna referencia [-->], así que se puede apostar porque el hallazgo sea de Girauta, y de ayer mismo.No se puede explicar más de forma más escueta. La jauría progre se ha lanzado a la caza del “no alegre”, que viene a ser como la proscripción social de todos aquellos que no les van a votar, exceptuando a los amigos de los terroristas. ¿Curioso, no? Los “malos” somos los que no podemos alegrarnos por nada de lo que hagan los que matan, y los que pensamos que lo que debe de importarnos es lo que hagamos nosotros con ellos. Por ejemplo, justicia. Y los “buenos” son los que han organizado la lavandería de asesinos, que tratan de encalomarnos aberraciones como “las partes del conflicto” y “la paz” por todos los medios de presión imaginables. Especialmente mediante el sentimentalismo mostrenco.
En realidad no es nuevo, ni se ha inventado para lavar el terrorismo. Ya lo usaron en las elecciones pasadas, donde el gran argumento fue “defender la alegria”.
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Pero esta vuelta de tuerca hace de la estrategia algo sublime. Si no estás conforme con que una declaración - que no declara nada - convierte en angelicales a los que hasta hace cinco minutos defendían el asesinato como herramienta de hacer política, o se te ocurre que a los asesinos hay que aplicarles la justicia, eres … ¡un añorante del terrorismo! Y lo dicen los que nunca protestaron por los GAL, ni pidieron que se investigara el asunto a fondo, si es que no los apoyaron directamente.
A falta de razones, y a falta de logros, nada como intentar motivar con los sentimientos. Pero por si acaso no cuela, por si acaso la gente no se suma al sentimiento por sí misma, la forma de lograrlo es con una buena persecución por parte de la policía del sentimiento, según feliz descripción de Girauta.
Alegría. Esto es lo que hay. Y como no tragues, te vas a enterar. Rubalcaba se ha puesto a llorar de emoción. Dentro de poco estaremos celebrándolo como cuando entonces, y con la misma policía.