Las velocidades de Europa
Sefuela
De imperios, bárbaros y ciudadanos de la frontera
Antes de nada quiero pediros perdón por hacer tres entradas seguidas. No pretendo aburriros y prometo abstenerme, al menos, hasta que haya nueva información clave sobre el futuro de la Unión Europea.Como decía el otro día, vivimos tiempos históricos. Vuelve a primera línea un viejo tema: la Europa de dos velocidades por la que muchos apostábamos en los meses previos a la implantación del euro. El euro y el eurito, les llamábamos.
El propio vicepresidente del Parlamento Europeo reveló ayer, en una tertulia televisiva, que en el Parlamento europeo se comentaba, entre sesión y sesión, que los organismos técnicos de los ministerios correspondientes de Francia y Alemania estaban estudiando como ejercicio intelectual, la posibilidad de una Europa de dos velocidades . A insinuaciones del moderador sobre la posibilidad de que España quedara fuera del núcleo duro, Vidal Quadras dijo que en eso era en lo que había división de opiniones.
Me encaja perfectamente con las figuras que se me comenzaban a dibujar entre la niebla a lo largo de la tarde de ayer. En los próximos días escucharemos numerosos comentarios sobre que Alemania y Francia van a abandonar a los herejes del sur. Pero yo no lo veo así. Creo que la jugada es más compleja, y pido explícitamente vuestras opiniones sobre ella.
La división en euro y eurito se pudo hacer en su momento. Incluso hasta un poco antes de dar los 380.000 millones de euros a Grecia. Pero el desbarajuste para toda la Unión de hacer esto ahora sería mayúsculo. Además las dificultades legales para ello son enormes. Copio aquí, dando de nuevo las gracias a Esporádico, el acceso al informe de UBS sobre la ruptura del euro:
Además, hay que tener en cuenta lo que ha ocurrido en Grecia y en Italia. En Grecia ya hay un gobierno tecnócrata. En Italia, frente a los 40 días que pretendía estar todavía Berlusconi en el gobierno, se confirmó la tarde del miércoles que el próximo día 14 tendremos nuevo primer ministro. Cada vez cobra más fuerza la candidatura del senador Monti (ex comisario europeo). Otro gobierno tecnócrata. Esto apunta no a una separación, sino a una aceleración de los ajustes que vuelvan a justificar de manera indiscutible la moneda única.Todavía puede haber una vuelta de tuerca por parte del núcleo duro, no para separarse, sino para impulsar la Unión. Merkel desmintió ayer que haya una eurozona reducida, pero eso no significa una doble velocidad en algunos campos de la Unión. Puede hacerse una unión fiscal de los países más preparados. Algo parecido al Benelux. Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Suecia, etc… Parece claro que Italia y Grecia deberían pasar un periodo de transición. Aquí encajan las dudas sobre España.
Yo quiero creer (y es razonable pensarlo) que para dar este paso están esperando a España. Afortunadamente, tenemos elecciones en pocos días y se esperan actuaciones inmediatas. Tal y como comentan en el editorial de El Mundo de hoy, Rajoy deberá actuar con decisión desde el primer consejo de ministros. La mínima actitud diletante nos dejará fuera del núcleo y en los territorios de la frontera. Decisiones adecuadas desde el primer momento nos incorporarán al núcleo duro.
No estoy seguro de cuáles deberán ser exactamente las decisiones. Pero sí conozco una fundamental que están esperando en Europa. El establecimiento de algún sistema fiable para controlar el gasto de lo que ellos entienden como “regiones”. From the wilderness ponía ayer el dedo en la llaga cuando preguntaba cómo era ese sistema en otros países occidentales. Lo único que le puedo aportar, por haberlo leído en diversos informes hace tiempo, es que ningún Estado tiene delegadas tantas competencias como España. El informe publicado ayer por la Comisión Europea que podéis encontrar a través de este link:
... culpa, no sin razón, a los desmanes presupuestarios de las comunidades autónomas del incumplimiento que estiman se va a producir en el objetivo de déficit presupuestario español.Lo peor es que no hay tiempo para andarse con delicadezas. No se podrá evitar que alguien se sienta ofendido si el Estado central vuelve a acaparar el control de las competencias de ingresos, gastos y todo tipo de endeudamiento público. Algunos países van de cabeza a una integración fiscal, y si nosotros ni siquiera somos capaces de dar el paso intermedio, quedaremos fuera. Y fuera va a hacer mucho frío.
Vosotros seguramente sabéis cuáles son los plazos para asumir el poder tras las elecciones. Yo lo ignoro, pero estoy seguro de que habrá que buscar la forma de que sean lo mas breves posible.
En mi opinión, no estamos ante un Imperio que quiera dejar fuera a los que se han comportado como bárbaros, sino ante una sede imperial que pretende hacerse más atractiva. Mostrará así más claramente a los díscolos las diferencias entre pertenecer al Imperio o estar al otro lado de la muralla. Esto podría espolear a los habitantes de las fronteras para hacerse ciudadanos romanos, viendo con mejores ojos los posibles sacrificios del camino. Pero una vez hecho esto se habrán acabado las concesiones. Si alguien de la frontera vuelve a hacer tonterías será echado sin contemplaciones.