Payasos europeos en Durban
Me lo expliquen. ¿Creemos o no creemos en la historia de la “economía verde”? Porque lo que no podemos hacer es creerlo y no creerlo simultáneamente. El ser humano no está preparado para eso. Y la reunión internacional de Durban llamada COP17, dicen que sobre el clima, nos muestra con toda claridad que no creemos en la economía verde. Salvo los países europeos, probablemente representados por delegados completamente similares a nuestras famosas 14 amazonas [–>], todas las demás delegaciones intentaban que a los demás países se les aplicara cuanta más “economía verde” posible, y la menos posible para ellos mismos. Lo que demuestra una manifiesta falta de fe en las energías “sostenibles” como estrategia de aumentar los puestos de trabajo y la eficacia de la industria. Eso si prescindimos de un hipotético caso de países con tendencias suicidas. Pero, ¿alguien tiene motivos para sospechar tendencias suicidas en China, la India, Brasil, o Rusia?
Todos los países estaban defendiendo sus intereses económicos objetivos, menos los europeos. Tampoco hay constancia de la presencia del primo de Rajoy en Durban, ni siquiera a título de espontáneo. Pero eso no quier decir que las delegaciones de la UE no estuvieran defendiendo los intereses de las burocracias, gobiernos, y algunas grandes corporaciones europeas, con la ayuda de las organizaciones ecologistas. ¿Una “teoría conspirativa”? No, una teoría sobre intereses. Mejor dicho, una observación sobre intereses y acciones conocidas. Y nada mejor que el ejemplo.
Uno de los iconos de la supuesta lucha contra el "cambio climático" (como si el clima no estuviera siempre cambiando) es el de las bombillas incandescentes. Yo estoy usando una ahora mismo, gracias al iluminado y ya casi ex-ministro Sebastián. Un pastón que nos costó a los españoles (a mi me llegaron dos). Para defender que son económicamente rentables, y que hay que obligarle a la gente a usarlas, hay que partir de la base de que la gente es idiota y no sabe sumar y restar. Y hay que esforzarse en mantenerse desinformado para creerse los enormes beneficios ecológicos que se supone que proporcionan. Lo explican en el siguiente documento, pero espera, no lo leas todavía: Espera a que te cuente que el documento también explica cómo se inició la guerra de los ecologistas contra las lámparas incandescentes. Una alianza entre los verdes y Philips, aprovechando el cuento del clima.Philips nació en 1891, con la producción en masa de lámparas de Edison en Eindhoven, Holanda. Entonces no había un tribunal internacional de justicia, y podían infringir las leyes de patentes USA con impunidad. Desde entonces Phipips se ha expandido continuamente, hasta llegar a ser el gigante de la electrónica que conocemos hoy. Como la nostalgia raramente coincide con los objetivos de la empresa privada, Philips empezó una campaña de cabildeo para prohibir el producto en el que había basado su éxito. Comenzaron hace diez años, a la vuelta del siglo.
Es fácil de entender. La fabricación de lámparas incandescentes hoy es tecnológicamente trivial. Y con la competencia de países menos desarrollados, los márgenes de Philips eran cada vez menores. Lo contrario que ocurre con las bombillas de bajo consumo, mucho más difíciles de fabricar. Y que requieren mucha investigación para mantenerse al día. El problema es que si fueran tan rentables como nos dicen, la gente cambiaría de bombillas por puro interés. Pero no parece que eso fuera lo que estaba ocurriendo, y hacía falta un poco de cuento de miedo de cambio climático para ayudar. Y si prohibimos las incandescentes, ni te cuento.¿Es Philips una excepción? ¡Ni mucho menos! Hay cantidad de ejemplos de gente en Europa que se está forrando a cuenta del cambio climático. Y a las muchas industrias a las que les perjudica, se limitarán a trasladarse a los países beneficiados por Durban, que son básicamente todos menos Europa.
Si lo miramos todo, yo creo que se puede concluir que casi todos los países han estado defendiendo los intereses de la mayor parte de sus ciudadanos. Unos, tratando de pillar dinero de los países desarrollados. Otros, tratando de mejorar su situación competitiva respecto de los países desarrollados. USA, Canadá y Japón, tratando de que esto último no ocurriera. La excepción ha sido Europa, que solo defendía los intereses de su mamandurria y de algunas de sus grandes corporaciones y bancos. Y la concentración de dinero a gestionar por los gobiernos, claro.
Comprendo que es una visión un poco cínica de lo que solemos considerar lo más de lo más de la democracia en el mundo, pero esto es lo que hay.
¡Ah!, y no es por nada, pero …–
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