Cuidadín con lo de Urdangarín.
En este país no hay caso público polémico que no acabe en una guerra de banderizas. Con Urdanpillín no hay gran polémica. ¡Al cadalso! Pero a cuenta de él, y por comparación a sus finanzas alegres, el runrún es la abdicación de su afamado suegro.
Y ahí ya podemos estar hablando de otra cosa. Sí, ya sé que el rey no te entusiasma, y te parece un admirador irresponsable de cuanto Zapatero hay por el mundo. Muy cuco, piensa: - como los de derechas me van a apoyar, sí, o sí, mejor me ligo a los sociatas. Y a los nazionatas, etc. Y probablemente también piensas que como la cosa no puede empeorar a ese respecto, te da igual si abdica.
Hmmm, siempre es muy peligrosa la filosofía que se basa en que algo no puede empeorar. Rara vez es así; poder, ¡vaya que si puede! Y si es propio de miedoso, y absurdo, pensar que cualquier cambio es malo, tampoco es muy prudente pensar que un cambio, sin saber cambio a qué, es bueno por sí mismo. ¿Qué motivo habría para pensar que el niño va a ser mejor que el padre?
Del rey sabemos bastante, y ya tenemos la postura cogida. Le gusta mucho el dinero, pero por otra parte vende España de cojones. Con las chatis los dedos se le hacen huéspedes; pero a la hora de elegir soberana, y atenerse al asunto, se porta. Y por lo demás, un poco de campechanía por aquí y por allá, y otro poco de situarse bien en el cuadro de mamandurria generalizada, y la cosa rueda.
¿Y el niño? Poco sabemos. Se pirra por las modelos espectaculares, pero ¡para casarse! Muy listo no parece. El cerebro, en la Casa del Príncipe, más parece Ortiz que otra cosa. Y ahí sí que podemos tener justamente el único problema que una monarquía debería tener resuelto de antemano, precisamente por ser monarquía. Ese saber hacer y estar, que en casos así se transmite familiarmente, pero no necesariamente a cualquier nuera. Por ejemplo, la táctica modelo espectacular no ofrece la menor garantía.
Imagina que la Leti esa sea una ambiciosa de tres pares. Y con un añadido de sectarismo político para redondear la jugada. Siempre puede ocurrir algo así cuando se elige a voleo. Y la cinta métrica es a voleo. No, para eso que estás pensando, no; pero para lo demás, sí. Y finalmente imagina que, como parece, es el cerebro del equipo. ¿Cómo lo ves? ¿Aceptamos abdicación como solución a … qué era lo que decías?
Pues sólo nos queda pensar quién ha sacado a la luz lo de Urdanpillín, cuando estaba poco menos que a punto de “caducar”. Y quién apoya a los Ortizes en contra de los Borbones, y para sacar qué. Tal vez eso daría la clave de lo que pasa. Aunque siempre puede que todo sea casualidad, o imaginación.
Para acabar, el toque cínico. Por muy de justicia que sea, si hablamos de impuestos (robar al estado), puede que la solución (desestabilizar la monarquía) sea peor que el remedio. Y como siga así, me voy a poner a defender a Urdanpillín. Cuando a mi el único que me parecía potable era Marichalar. Cosas veredes.
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