No nos pongamos nerviosos con la censura de Twitter.
A ver si nos tomamos las cosas con calma. Y a ver si aprendemos que no hay nada peor que dejarse guiar por la prensa “profesional”. Necesitan vender. Y necesitan ahorrar. Y la forma fácil de llegar al resultado de esa ecuación es:
impacto emotivo + baja calidad = ganancias.
Yo creo que la cosa ha salido de El Mundo, o de ahí he visto las primeras citas en Twitter (clic a la noticia): 1.350 "tiuiteos" lleva.¿Qué pasa con El Mundo y el “calentamiento global”? Que no se quieren enterar porque vende más el alarmismo. ¿Y por qué iba a ser diferente con los demás asuntos? No lo es.
- Sí aclara cómo determinará qué mensajes sobrepasan la libertad de expresión.
- El bloqueo de los "tuits" responderá a la solicitud de la autoridad legalmente establecida para ello en el pais del que se trate.
- Anuncian que se notificará al los usuarios cuyo contenido ha sido vetado.
Bien, ¿y qué diablos piensa la peña que hace, por ejemplo, Menéame? Es obvio, pero escuchemos a Ricardo Galli:
Nada anormal, en Menéame también hacemos lo mismo, y en casos graves (apología del terrorismo, amenazas de violencia, enlaces a pornografía infantil), tomamos medidas si los vemos, o nos avisan. Otras veces nos enteramos por una carta de juzgados o de la policía.Nada anormal, en Menéame también hacemos lo mismo, y en casos graves (apología del terrorismo, amenazas de violencia, enlaces a pornografía infantil), tomamos medidas si los vemos, o nos avisan. Otras veces nos enteramos por una carta de juzgados o de la policía. .../... Es decir, estamos a favor de la libertad de expresión, hacemos esfuerzos para no tener que modificar nada [*] pero no nos queda otra que acatar la ley. La alternativa es que nos cierren, y terminar con juicios muy costosos.Efectivamente, ¿sería mucho pedir que se piense en la alternativa antes de ponerse a dar gritos? Porque la alternativa es que no haya Twitter. O en ningún sitio, o al menos que desaparezca de los sitios con poca libertad. Pero con la alternativa que ha desarrollado Twitter, pasa lo siguiente.
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La autoridad legal protesta por un tuit a la compañia.
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La compañía avisa al usuario, y cambia el contenido del tuit por una nota de que se ha borrado, a petición legal.
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El usuario, advertido del problema, pide a sus seguidores de otros países que “retuiteen” el “tuit.” Pueden hacerlo, puesto que solo se censura en el país en cuestión.
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Los seguidores locales (los del país de chichinabo), al ver el cartel de censurado, buscarán los “retuits” de ese usuario, y los encontrarán entre los seguidores extranjeros.
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Todas las demandas de censura quedarán registradas en Chillngeffects.org.
Conclusión: La censura ha fracasado (porque Twitter ha buscado un sistema para facilitar que fracase), y a Twitter no le expulsan de ese país. Y para rematar, a la inutilidad se sumará el oprobio.
¿Y ahora qué? La gente ya estaba pidiendo un boycott a Twitter, no usarlo mañana. ¿Seguimos montando el follón por nada, o nos tomamos las cosas con calma y aprendemos a no seguir la flauta de Pedrito? Ni de El Mundo, ni de ninguno. Son todos iguales.
Si no te fías de mi, clic:
Cory Doctorow (novelista del que ya os he hablado a cuenta de la edición y distribución de la literatura por los propios autores a través de internet):
Menos lobos, Caperucita.
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Añadido [14:04 28/01/2012]:
Hoy ha salido un artículo muy explicatico de Ricardo Galli en El Mundo (digámoslo en descargo de la flauta de Pedrito):
Donde ...
En resumen, el anuncio de Twitter era una buena noticia y un ejercicio de transparencia.
Pero el mal está hecho. No hay realidad que nos pueda estropear un buen prejuicio.
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