¿Necesita Europa una "científico jefe"?
Es solo un ejemplo. Y aunque viene del “cambio climático”, se trata de política y de cómo hemos conseguido instaurar un sistema que inevitablemente produce las malas decisiones. Fijo. Es un billete de lotería con el premio asegurado.
Mira esta cara. ¿Guapa y contenta, ¿no? No es para menos. Se trata, desde enero de 2011, de la Consejero Científica Jefe de la Comisión Europea. Su misión incluye:proporcionar consejo independiente experto de alto nivel en cualquier aspecto de la ciencia, tecnología e innovación, según lo pida el Presidente de la Comisión Europea. [-->]
La imbecilidad es evidente. No hay nadie en el mundo que sea experto en "cualquier aspecto" de la ciencia. Y podemos pasar a la carcajada estruendosa si incluimos la tecnología y la innovación en su campo de "experiencia". A no ser que para los gobernantes europeos un "consejo experto" es lo que dan los tertulianos generalistas en la radio, pero en la versión de los despachos impresionantes de la burocracia continental. Y lo de "independiente" tiene coña. ¿Independiente de quién? ¿Del político que la ha nombrado?Antes de que nos dotáramos de la payasada como sistema, supongo que los gobiernos no tenían un Científico Consejero Jefe. Ahora debe ser de lo más común, porque la niña caradura ha ascendido a su puesto desde el de Consejera Científica Jefe de Escocia. Así que sospecho que nuestras autonomías estarán llenas de fenómenos similares, o punto de. Pero la cuestión es, ¿cómo se las arreglaban antes de esa broma que hoy pasa por política?
Y no tengo ni idea, pero el sentido común me sugiere que ante un problema científico o técnico concreto, el responsable político llamaría a un reducido elenco de expertos (estos sí) en el asunto. Y tal vez como complemento de perspectiva llamara a alguien más, de otro campo, que destacara por su experiencia general, su prestigio, y su larga carrera plagada de una producción sobresaliente.
El problema es que nuestra Anne de hoy no cumpliría ninguna de las condiciones para figurar en un elenco así. En su propio campo de experiencia es una perfecta doña Nadie. Apenas una profesora desconocida de biología molecular de la Universidad de Aberdeen, que ha publicado cinco trabajos científicos, cincoo. Siempre la última del equipo de cuatro o cinco autores [–>]. Así que, ¿si ni siquiera en microbiología sería una opción adecuada para pedir consejo, qué vamos a decir como “sabia” generalista?
Y sin embargo en la payasada es tremendamente adecuada. Que sea mujer y de agradable aspecto siempre es un puntito. Y si lo adorna con una militancia incombustible por la “igualdad de sexo” (1), ya muestra una adecuación inmejorable para dar un consejo experto independiente … literalmente sobre lo que sea.
El esquema perfecto para tomar las decisiones equivocadas. Nuestra Consejera Científica Jefa ha hablado:
Ha sido extremadamente decepcionante ver a muchos estados miembros cortar sus esfuerzos en la reducción de emisiones, porque dicen que estamos “atravesando una recesión
No os equivoquéis, si tenemos un cambio climático inducido por el hombre, y no para, pasaríamos por un período horrible de conflictos y migraciones, hasta que la población mundial empezara a dismunuir muy rápidamente.
¡Hala!, habló la niña que ha colaborado en cinco estudios sobre biosensores de toxicidad de algunas bacterias, y cosas así. El puesto es nuevo a en la Comisión Euopea. Lo ha estrenado Anne. Con gran provecho y acierto, como se puede comprobar.
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Notas: (1) Aunque en inglés gender se pueda referir al sexo de las personas, en castellano no hay ninguna acepción de “genero” - referida a femenino o masculino - que no sea exclusiva del ámbito de la lengua y las palabras. Así que igualdad de género en español no tiene significado, por mucho que nuestras bárbaras feministas pretendan cambiar la conducta de la peña a base de cambiar el uso del lenguaje, en estrategia copiada a los nazionalistas y terroristas.