Un cuento tenebroso sobre bajadas de rating
Sefuela
Miércoles, 14 de noviembre de 2012, Palacio de la Moncloa, 9 a.m.Rajoy ha reunído a su equipo económico en reunión de urgencia. Asisten Soraya, Montoro y De Guindos. Este último está visiblemente nervioso.
Rajoy comenta: Os he mandado llamar para comentaros que están empeñados en que pidamos el rescate. Esta mañana a las 8 y cuarto me ha llamado Draghi y me ha rogado que pidamos el rescate. Me ha suplicado incluso. Ha dicho nosequé de que no hay laterales por la bajada de rating de ayer. ¡Como si a estas alturas nos fuéramos a impresionar por otra bajada de rating! Algún dia se darán cuenta de que están equivocados.
Interviene Soraya: Mariano, ¡sigue inflexible!, hasta que no nos digan las condiciones no pidas el rescate. Cristóbal, ¿seguimos sin pagar a nadie, verdad?
Habla Montoro: Si, señora vicepresidenta. Tan sólo se hacen los pagos de intereses y amortizaciones de deuda, pero seguimos sin pagar las devoluciones de IRPF, ni nada que podamos retrasar.
De Guindos salta del asiento: ¡Por Dios!. A ver si nos enteramos. Esta mañana los bancos han dejado de permitir retirar dinero en efectivo, y de transferir fondos fuera de España. La prima de riesgo ha saltado a los 1400 puntos. Pero lo peor es que ahora mismo está quebrado el sistema financiero mundial. Hemos conseguido ocultarlo hasta ahora, como se hizo cuando quebró Lehman Brothers, pero mañana el caos se habrá adueñado del mundo, si no hacemos algo.
Habla Soraya: Pero, pero…, ¿Sabes lo que te digo? Mejor, así podemos pedir mejores condiciones para el rescate.
El día anterior por la noche, a las 12, Standard and Poor´s, Fitch IBCA y Moody´s, habían anunciado el descenso de la calificación crediticia de las emisiones de deuda pública española a bono basura, perdiendo el grado de inversión. Aburridas de un gobierno diletante, y de supuestos rescates virtuales inexistentes, han decidido, de común acuerdo, bjar el rating de España. Una decisión conjunta sin precedentes, tomada a pesar de ser sabedores de que iban a desatar el infierno. Confiaban en el buen juicio del resto de los dirigentes mundiales y evitaban las acusaciones de manipulación de mercado que se habían hecho sobre otros agentes financieros que habían utilizado su buen juicio para evitar catástrofes.
A partir de ese momento, se desataron los siguientes acontecimientos:
00.30h- La Unión Europea emite un comunicado alabando las políticas españolas y diciendo que las agencias crediticias se equivocan.
00.45- LCH Clearnet, el mayor mercado del mundo, anuncia que sube el requerimiento de margen para operar en bonos españoles hasta 10 años al 20%, y al 35% a partir de los 15 años. A la vez, anuncia que deja de admitir deuda española como colateral de las garantías requeridas para operar en cualquier mercado.
01.00- Chi-X, NYSE y CME-CBOT (los otros grandes mercados mundiales) toman medidas similares.
07.30- Los máximos ejecutivos de la banca española transmiten la orden inmediata a la red de sucursales de no atender peticiones de reembolso de efectivo superior a 100 euros. Los encargados de sistemas reciben la orden de cerrar a los clientes la posibilidad de realizar transferencias internacionales.
A la misma hora, en las tesorerías de la banca española, se les comunica la prohibición de realizar cualquier tipo de operaciones. Los compromisos previstos para atender esa fecha se retrasan sine die.
08.00- El BCE anuncia que , en consonancia con lo anunciado anteriormente sobre las garantías que puede admitir, deja de admitir deuda española como garantía de los préstamos a la banca.
Como consecuencia, la banca española pasa a tener un descubierto de cientos de miles de millones en el BCE a través de la cuenta de Banco de España.
08.10- Draghi llama a Rajoy y le suplica que pida el rescate. Rajoy vuelve a dar largas.
08.15- Conferencia urgente de los gobernadores del Banco de Japón, la Reserva Federal, el BCE y el Banco de Inglaterra . Acuerdan dotar a los mercados financieros de liquidez ilimitada sin esterilizar. Se acuerda también ocultar la situación al público, al igual que se actuó con la quiebra de Lehman Brothers.
A la misma hora, las diferentes bolsas mundiales anuncian retrasos en la apertura por “problemas técnicos” que podrían durar toda la jornada.
Se comienzan a realizar algunas transacciones extra-bursátiles. La caída media de los índices es del 20%, si bien esto no se ve reflejado en ningún sitio por la cortina echada sobre la información.
08.30 Draghi llama a De Guindos. Le informa de la situación y le pide convenza a Rajoy de pedir asistencia financiera inmediata.
09.15 Christine Lagarde llama a Rajoy. Le exige pida inmediatamente el rescate o se atenga a las consecuencias. Rajoy vuelve a negarse.
10.00.- Francia anuncia el cierre de la frontera con España por motivos de seguridad. El resto de paises de la UE secunda la decisión. Comienzan a producierse disturbios en las oficionas bancarias ante la negativa de los bancos a reintegrar depósitos.
10.30.- La mayor parte de las oficinas bancarias españolas echan el cierre por problemas técnicos.
11.30.- España solicita formalmente el rescate ante la UE.
12.00 La UE anuncia que rescatará a España, los detalles se anunciarán en las próximas horas. El BCE anuncia que vuelve a admitir deuda española como colateral de los préstamos a los bancos.
12.15 La banca española acude masivamente a una subasta especial de liquidez del BCE. Francia y el resto de la UE dan por terminada la “alerta terrorista” que `provocó el cierre de sus fronteras con España, y las reabre.
12.30 Las oficinas bancarias españolas vuelven a abrir, y se vuelve a permitir el reintegro de los depósitos y las transferencias al exterior.
La Bolsa española abre de nuevo. El Ibex cae 30%. El resto de Bolsas mundiales anuncia su reapertura para las 16.00 h
13.00h Nueva reunión de los bancos centrale de Europa, USA, Japón e Inglaterra. Evalúan el impacto de lo sucedido en 7 veces las consecuencias de la quiebra de Lehman Brothers. Incremento de las tasas de paro en un 10% adicional en los próximos dos años en todo el mundo. Descensos del PIB que se cuantifican entre un 5 y un 20% en las diferentes economías mundiales. Acuerdan inundar los mercados de liquidez para intentar paliar loas consecuencias.
A partir de aquí veríamos lo que ya conocemos, pero agravado en 7 veces.
Advertencia del autor. Este cuento refleja tan sólo un posible escenario de los que podrían producirse en el caso de una rebaja del rating de las emisiones de deuda pública del Reino de España al nivel del bono basura. Su cumplimiento o no dependería, aparte de factores humanos evidentes, de factores técnicos. Entre estos estan los horarios y regulaciones exactas que rigen cada uno de los grandes mercados financieros del mundo. Examinar estos detalles excede de la intención del autor por dos motivos: el primero, que es un trabajo excesivamente arduo para hacerlo gratuitamente. El segundo, que un exhaustivo examen de las posibles circunstancias que se desencadenarían, probablemente alcanzara las conclusiones excesivamente tarde. En consecuencia, este relato debe quedar como advertencia de lo que podría pasar y de lo que realmente nos estamos jugando con las discusiones bizantinas. Tan sólo podemos hacer dos cosas: cercenar gasto público y político hasta donde haga falta, o pedir el rescate lo antes posible. Arriesgarnos a seguir demorando la necesaria decisión es equivalente a suicidarse con una bomba nuclear en mitad de un gran centro urbano. Podríamos organizar el mayor desastre económico de la Historia.
El hecho de que el sistema financiero mundial estuvo a punto de ser destruido por la quiebra de Lehman Brothers es incuestionable. La cuantificación del efecto de la no aceptación de deuda española como colateral en 7 veces lo de Lehman Brothers está sacada de fuentes consideradas fiables por el autor y refeleja exclusivamente el impacto de la rebaja de rating, no de un posible no rescate.
Todos los hechos relatados son posibles, y reflejan la tendencia de cada agente económico y gobierno a autoprotegerse antes que a buscar soluciones conjuntas a los problemas. Esta actitud es acorde con la lamentable tendencia a castigar a quien busca soluciones a los problemas que no sean 100% ortodoxas en momentos en que toda solución debería ser bienvenida.