¿Nacionata catalanista y sinvergüenza serán sinónimos?
Ya no se trata de que haya por ahí una impresentable despendolada diciendo paridas alucinantes sin el menor rubor. Si Pilar Rahola fuera una anécdota, la cosa no tendría más recorrido.
Pero no es Rahola el problema. Para que ella pueda entrar a proponer la subnormalidad de que el ministro Wert aprenda de un futbolista aparentemente analfabeto, tiene que haber algún genio que le haya puesto al pobre chico en la tesitura. Que le haya hecho contestar algo que le va a dejar en ridículo, porque es lo contrario de lo que venía diciendo y mostrando. Y porque lo que le hacen decir -que intentan quitar el catalán de la enseñanza- es una mentira demasiado descarada. Y sobre todo, porque resulta carcajeante escuchar a un epítome de la incultura hablar sobre educación y sobre lenguas. Cuando ni siquiera se expresa con soltura en su propia y única lengua.Pero aun hace falta otra cosa más grave para que la payasa pueda seguir con el guión. No basta un futbolista dispuesto. No basta un club que le ponga bajos los focos en medio de la pista. Ni siquiera basta una prensa comprada por el poder para hacer de altavoz. Además hace falta una sociedad tan embrutecida como para que el muchacho este pueda salir por la tele, soltando la parida, y que nadie se atragante con el café con leche, ni haya miles de hospitalizados por ataques de hilaridad desmesurada.
Es obvio cómo se consigue un prodigio de sociedad así. Con una agresividad acojonante. Literalmente acojonante - de acojonar al que ose esbozar media sonrisa. Y así, señalar la inadecuada preparación de Messi para pontificar sobre algo que no se haga a patadas, se convierte en insultar. Insultar al emblema deportivo del club que representa a la tribu; esto es, nada menos que insultar a la tribu. Sin embargo, a nadie de la tribu se le ocurre que poner al emblema a mentir en público, y de una manera inevitablemente patética, suponga insultar a la tribu.
Lo trajo ayer Elípticus:
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Por “tribu” me estoy refiriéndome a la tribu del nacionalismo catalán, claro. No considero tribu a los catalanes en general. Estoy hablando de identititis, o la patología de la identidad.
¿Cuántos miembros de la tribu hemos visto protestar, avergonzados, por la "operación Messi"? Que yo sepa, entre cero y ninguno. ¿Hay algún alma en toda la galaxia que pueda mirar este asunto -desde fuera- sin rubor? Entonces, ¿son sinónimos nacionalista catalán y sinvergüenza?No sé de qué pié cojea el periodista Alfóns Quintá. Pero no creo que sea demasiado sospechoso para la tribu, si ha dirigido TV3 (con Pujol), dirigió el diario nacionalista El Observador, montado por Prenafeta, y ha sido columnista del Avui. Pues bien, Quintá nos cuenta ayer que en Europa se empiezan a avergonzar de los gobernantes de Cataluña, y han decidido alejarse de ellos como si de la peste se tratara. Y no por la operación Messi, sino ya antes. Una de sus fuentes declara:
En la UE nos sentimos utilizados por las autoridades catalanas. Mientras las españoles hablan poco de que Catalunya tendría que salir de la UE, los independentistas catalanes nos quieren utilizar en su combate partidista. Por eso hemos decidido reducir al mínimo el contacto con ellas. Si hay una reunión en Barcelona donde está invitado un ejecutivo de la UE, se puede dar que, por digamos azar, este tenga un ataque de lumbago el día antes y no pueda asistir. En el ámbito de la diplomacia esto es una práctica lícita y asumida. Por culpa suya, la UE ve las autoridades catalanes como un mundo a evitar [-->]
Y pone -como contraste- el ejemplo de Escocia. Donde los burócratas y políticos de la UE consideran que el público tiene una información adecuada respecto a las consecuencias de una eventual secesión. Al parecer, y muy comprensiblemente, están mosqueados por la ausencia de libertad real de prensa en Cataluña.Explico a mis interlocutores, siempre separadamente, que en Catalunya hay una televisión pública "soviética" (que diría el exdiputado del PSC Joan Ferran) y medios ultrasubvencionados, impermeables a la realidad más evidente. Ya lo sabían, y no les gusta.
Por eso lo de Messi, en vez de despertar caracajadas en Cataluña, despierta odio hacia los que nos reímos desde fuera. Y por eso Rahola, en vez de ser silenciada a tomatazos (metafóricos) por payasa, y por demagoga burda, se convierte en la heroína de la tribu. Donde "mediática", a la vista del nivel en el que ha caído Cataluña, quiere decir telebasura. Y quiere decir con total ausencia del menor sentido de la vergüenza.Es verdad que todo nacionalismo tiene tendencia a caer en el histrionismo y el ridículo. Pero si el “fet diferencial” consiste en superar cualquier récord existente de ridículo, y en la raholización de la política, se puede empezar a apostar con bastante claridad a dónde conduce esa más que probable secesión. Ni siquiera se puede poner un ejemplo, ya que estamos batiendo récords, superando todos los niveles, y probablemente hablamos de algo no conocido hasta ahora. El intelectual o sabio rahólico de la nueva Arcadia Feliz. O algo así.