Hay calentólogos con cerebro, pero su mensaje es diferente.
Por recomendación del dr. Roger Pielke (Sr):
Tiene un gran ventaja. Una propuesta que partiendo de una mentalidad contraria -que el CO2 es un problema que hay que resolver-, plantea unas soluciones que ningún crítico del IPCC rechazaría. Creo.Lennart Bengtsson es un gran meteorólogo, del consenso, que está en la cumbre de la meteorología y creación de modelos climáticos de Europa. Vamos, no se puede pedir mayor ortodoxia, ni mayor nivel. Pero reconoce que la realidad observada indica que el calentamiento debido al CO2 es mucho menor del que plantean los modelos. Entre ellos, los propios modelos de Bengsston. Para él, estos 15 años sin un calentamiento claro son suficientemente indicativos de que los modelos exageran.
Destaca también como clave que en los trópicos el calentamiento es un tercio del previsto, y la importancia de la ausencia de calentamiento en altura en la troposfera tropical. Lo que se viene llamando el “tropical hot spot”, que no hay.
He dicho “reconoce”. No es la palabra adecuada. En realidad celebra que sea así. Y con buena lógica. Tenemos más tiempo para solucionar el problema (que dicen que hay), y se puede hacer de una manera menos radical y dolorosa. Tan simple como dejarse de vainas de renovables, que nunca van a ser una solución, e ir sustituyendo parte del carbón y petróleo por gas natural y energía nuclear. Le da muchísima importancia al gas de pizarra.
En realidad dice estar francamente sorprendido de que los preocupados por el problema no se alegren de los 15 años sin calentamiento, y de que los modelos exageren. O de que odien el gas de pizarra, que tira mucho menos CO2 y es una forma realista de reducir emisiones. También le alucina que en el mundillo de la calentología no se hable nunca de la falta del “tropical hot spot”. Los críticos del IPCC llevan siglos señalándolo, y diciendo que no se puede uno fiar de unos modelos que tienen mal un factor tan importante. Para LB se trata probablemente de un síntoma de que el sistema se deshace del calor con mayor facilidad de la que pensaban.
Con solo estos cuatro factores cambia el juego, segun Bengtsson.
- Ausencia de calentamiento en 15 años, que deja a los modelos con el culo al aire.
- Falta del "Punto Caliente Tropical" en altura.
- El escaso calentamiento en 30 años de los trópicos, en todas las alturas.
- El desarrollo del gas de pizarra.
Podría darse una paradoja curiosa. Imaginemos que tiene razón, aunque yo no lo crea. A corto plazo no habría problema, pero según su tesis, a medio-largo plazo sí. Pero si los calentólogos descerebrados (los habituales) insisten en soluciones imposibles, al final no se va a hacer nada con las emisiones, aunque se va a tirar una montaña de dinero. Las soluciones imposibles es lo que tienen. Como Kyoto, que no ha hecho absolutamente nada, pero ya está costando un pastón. Pero resulta que los criminales contra la humanidad somos los críticos que señalamos lo obvio, y que sí aceptaríamos una propuesta razonable para solucionar un problema que no cremos que haya.
De parte de R. Pielke, una entrada en el blog Klimazwiebel, presentada por el dr Hans von Storch: