¿Duran es la solución, o es el problema de Jetalunya?
Pablo Molina tiene un artículo surrealista en Libertad Digital. Surrealista, en el sentido en el que es surrealista la grotesca payasada que llaman política en España.
¡Menuda novedad! Lleva siendo el baile de los nacionatas desde que nacieron hace algo más de cien años. De ambos; tanto jetalufis como vascopitecos. Poli bueno, poli malo. Elige si te voy a sacar lo que quiero (dinero; manos libres para abusar), a hostias, o por las buenas -- ante la amenaza de las hostias.Como es obvio, el Príncipe no alteró ni un músculo de la cara al conocer por sus interlocutores (Los Grandes Empresarios Galácticos de Jetalunya) que la reforma constitucional debería contener cuatro puntos básicos desde el punto de vista "catalán": reconocimiento de Cataluña como nación, concierto económico y "reparación" fiscal en forma de inversiones estratégicas, traspaso de todas las competencias en materia de educación, lengua, cultura, ciencia y medios de comunicación así como un estatus diferenciado en el exterior, una suerte de consorciado diplomático en el que Cataluña tendría canales propios en la Unión Europea y las organizaciones internacionales, además de selecciones deportivas.
El punto de vista "jetalán", querrán decir.- Yo soy más guapa que los demás. O yo nación, y los demás no-nación.
- Yo pago menos que los demás.
- Yo mando en lo mío en exclusiva ... y además en lo vuestro.
- Y en la comida, a mi me ponéis una mesa para mi solo. Vosotros, en la de la plebe común.
Tiene guasa. Sobre todo porque dicen que ellos son muy de la Unión Europea, cuya idea esencial es hacer exactamente lo contrario de los cuatro puntos anteriores. A ver, imaginemos que en Europa, uno de los estados miembros plantea:- Yo soy una nación, y vosotros no. Por tanto, yo trato con la UE como conjunto, no con sus partes. Y lo hago tanto desde dentro, porque también soy parte del conjunto, como desde fuera, porque yo soy nación y vosotros no.
¿No es guay?- Lo de las pelas lo vamos a hacer así. Hay una bolsa común, en la que todos participan según la norma común -- menos yo, que no soy nada común. Sin embargo tengo exactamente la misma capacidad de decisión sobre lo común que cualquiera de los comunes.
- Lo de la lengua y la cultura y la educación es muy importante que tenga una gestión común ... para los comunes. Y es obvio que yo tengo que participar en esa gestión, que por lo demás a mi no me va a afectar nada.
- Respecto al trato con el resto de la galaxia seguiremos la misma idea. Una representación común, en la que participo como todos los demás, y además, mis propias vías y canales, que para eso soy una nación -- al contrario que los demás.
Y van el resto de los europeos y se ponen a aplaudir con un entusiasmo desbordante. Y hasta con un poco de llantina histérica. No es para menos, acaban de encontrar la solución para el siempre delicado encaje de Jetalonia en la Unión Europea.Acabado el sueño, alguien podría pensar que la respuesta normal sería: -¡Muy bueno el chiste, Durán!-. Y tendría razón … en Europa. Pero Spain is different.