Pepemos

Al Pues por su cinismo, por sus formas de decir las mayores salvajadas como dejándolas caer , ( cuando a mi hija, para desengañarla del tío, le mandé el video de la guillotina, me dijo que qué sentido del humor tan fabuloso tenía el hombre ), porque no le he visto gritar ni desmelenarse en ninguno de los muchísimos vídeos con los que nos están bombardeando por todas partes, porque tiene toda la pinta de llevar la ropa limpia y de oler bien... (tengo que reconocer que Madina no tiene tampoco aspecto de sucio, pero con esa cara, y ese dedo para arriba y para abajo , tipo maestro ciruela, cada vez que habla en público, ya no tiene remedio...) Y lo de ser bajito, no es ninguna pega, fíjate en Napoleón, en Alejandro Magno,... y, aunque ahora le estén dando por todos los lados, en el propio Sarkozy. Y lo de ser alto, tampoco es la panacea ; ahí tenemos al "probe" Urdangarín, sin ir más lejos. Yo le veo como realmente peligroso. Y tan atractivo como un tigre de bolsillo, o como una serpiente cascabel... Y no hay más que fijarse en la cantidad de chicas que le siguen como si fuera el Mesías. Y en esos personajes dudosos, que suelen epatarse con facilidad, ( y no pienso poner ni un solo ejemplo, no vayan a cerrar el blog de Plazaeme, por albergar ofensas contra el honor... ), que hacen toda clase de declaraciones a ver si les admite en su estela... Pues eso, "gravemente peligroso ", como decía la censura en mi juventud de alguna película bien bonita

Lo que falta por saber, José María, es si la emergencia de "Podemos" va a ser sólo agua de mayo, voto de castigo a los grandes en unas elecciones europeas sin trascendencia instantánea para el sistema interno, o si, por parálisis e inepcia y corrupción epidèmicas de conservadores y socialistas, "Podemos" va a ser algo estructural y permanente. Pero, para que lo sea, tendrán que concurrir dos factores esenciales: parálisis de los grandes, y asentamiento de los indignados en un marco de sentido que se depure de revolucionarismos comunistas y propuestas utópicas o letales para el país, asumiendo un pragmatismo adecuado para el manejo de una sociedad compleja. Creo que los españoles no estamos pensando en revoluciones tercermundistas e insensatas, sino en reformas en profundidad de un régimen agónico y una Europa paralítica.