Los hogares catalanes
Menos mal que acabamos de aprender que el catolicismo de Catalonia, is different. Tan diferente, tan diferente, que se parece más al protestantismo. Según nos contaba en El Búho el egregio profesor Ferran Sáez Mateu [–>]. Un cosa como de hugonotes, o así.
¿Y cómo se nota?, podría preguntarse un celtíbero escéptico de esa parte de la Tarraconensis alejada del Mediterráneo.
¡Se nota en los hogares catalanes! El protestantismo se caracteriza por la falta de respeto del hogar. Los católicos, sabido es, tienen un cuidado exquisito con el domicilio de los demás. Por ejemplo, nunca alzan la voz, no vaya a ser que penetre en el espacio sagrado del hogar del vecino. Y como ese respeto hace que nadie mire dentro de las casas de los demás, los católicos no usan persianas ni cortinones, ni apenas llaves.
Los protestantes (honoríficos) catalanes, por contra, disponen del domicilio de los demás como si fuera el propio. O que é teu, é teu e meu. Piensan. Y lo que los católicos sólo se atreven a hacer con políticos y otras desgracias, bajo la denominación de “escrache”, los protestantes lo usan con desnihibida alegría de forma universal. Nadie se libra del escrache. Lo que, sin duda, es más justo. Clic.
Las presidentas de la ANC y de Òmnium, Carme Forcadell y Muriel Casals, han sido entrevistadas en Els Matins de TV3, donde han explicado la próxima campaña que consiste en ir a todos los hogares catalanes para "convencer" a los indecisos y "afianzar "la voluntad de los que ya son partidarios de votar independencia.
El otro día me contaba una amiga, nacionalista vasca que vive en un pueblo de Gerona desde hace 20 años, cómo le acababa de llegar su hija pre-adolescente, diciendo que tenían que hacerse independentistas catalanes. Se lo había explicado el profe, y todos los niños de clase estaban de acuerdo, y entusiasmados. Habían convenido en convencer a sus todas sus familias.- ¿Pero tú eres tonta, niña? ¡Si los catalanes son maketos! ¿¿¿Cómo nos vamos a hacer maketos??? ¿A ti qué te enseñan en clase? ¿No te enseñan Sabino Arana? Yo te voy a enseñar:
Dice La veu de Catalunya que los catalanes son hermanos nuestros de desgracia, y que también somos en el mismo concepto de los baleares, los valencianos y los gallegos. Fraternidad de desgracia; porque, en efecto, fraternidad de raza no la hay entre aquellos españoles y nosotros, como no seamos también hermanos de los coreanos. Pero tampoco somos hermanos de desgracia, porque la desgracia de los catalanes y la nuestra no se parecen en lo más mínimo. Los catalanes perdieron las leyes privativas de su región; nosotros hemos perdido nuestra nacionalidad e independencia absoluta. No es razonable la alianza de los catalanes y los vizcaínos; pues no son semejantes los sujetos Vizcaya (Bizkaia) y Cataluña, ni se parecen por su desgracia; ni tienen un enemigo común; ni son las mismas sus aspiraciones. Equiparar nuestro derecho a constituir nación aparte, con el derecho que le sirviera de base al nacionalismo catalán, sería rebajar el nuestro. Nunca discutiremos si las regiones españolas como Cataluña tienen o no derecho al regionalismo que defienden; porque nos preocupan muy poco, nada por mejor decir, los asuntos internos de España. No escribimos nuestro periódico para hablar de política extranjera, sino para instruir a los vizcaínos. Jamás confundiremos nuestros derechos con los derechos de región extranjera alguna, jamás haremos causa común con las regiones españolas.Pero le va a fallar el plan a mi amiga la nacionata vasca. No contaba con que el catolicismo de los catalanes es un catolicismo en realidad protestante. De los que te invaden el hogar sin ningún rubor. ¿Cómo les va a contar a los amables voluntarios de la ANC, que, muchas gracias, pero les considera maketos y españolazos, y por ahí está la puerta? ¿Quién le asegura que no llevan un registro de las actividades de voluntariado para la autoridad competente, control de calidad y eso, y que los putos maketos no van a marcar a la familia en una lista de oprobio y futura venganza?
Ser protestante, como los catalanes, es lo que tiene. Todas la ventajas. Por muy maketos que sean. ¡Si Sabintxu levantara la cabeza!