Rallo contra Google. O cuando el liberalismo es ideología.
Se ha enfadado mucho Juan Ramón Rallo con la Comisión Europea, porque le han puesto una multa a Google. Bajo la disculpa de “abuso de posición dominante” – en la filosofía de combatir los monopolios cuando se ven como peligros. Y no tengo ni idea de si tiene razón en su queja. Lo que me interesa son las razones que alega. La magia. Porque refleja una manera de pensar, un proceso, del que decir que estamos hasta el gorro es decir poco. A este paso no nos hacemos mayores ni en milenios.
La magia es la ideología. Valga repetir la definición de otra discusión [-->].Conjunto auto-consistente de axiomas simples, sacados de la gorra, con los que interpretar la realidad … ¡a martillazos!
En este caso el axioma reza: La libertad es buena, y su contrario malo. Idea, en general, digna de aplauso. Pero francamente estrafalaria si lo convertimos en un absoluto (los axiomas, lo son). Y así, al ideologizado no le preocupa nada que la realidad esté llena de casos en los que el axioma sacado de la gorra no se cumple. Por ejemplo, las carreteras. Llenas de atentados a la libertad, sin los que simplemente no habría circulación. Pero no nos preocupa, porque para eso tenemos el martillo. Desfiguramos tanto la realidad que ya no se ve como es.Es de suponer que a Rallo no le parecen muy mal las normas (leyes) de higiene en las carnicerías y en los mataderos. Y sin embargo podría usar exactamente el mismo argumento para pedir que se quiten.
Lo que caracteriza la verdadera competencia, en cambio, es que los consumidores gocen de "libertad de salida" (que no estén obligados a contratar con ninguna empresa concreta).Es decir, que los consumidores sean libres de no comprar en la carnicería cuyos animales llevan hormonas inconvenientes. Habiendo esa libertad, ¿para qué hace falta ponerle leyes al mercado? Total, los consumidores sólo tienen que esperar a ver si les salen tetas, y cambiar de carnicería. Es broma.
Rallo podría alegar que los consumidores no tienen por qué saber si la carne lleva hormonas, que se trata de algo oculto, etc. Pero es exactamente igual de oculto que el que Google favorezca los resultados de sus clientes.
Es imposible. Cuando empezamos con los martillazos a la realidad no hay nada que hacer.
Justamente, ambos requisitos (libertad de salida para los consumidores y libertad de entrada para las empresas) se cumplen de manera viva en internet, donde ni siquiera existen costes relevantes para que el usuario cambie al instante de proveedor: si a éste no le agrada cómo Google le "amaña" los resultados, dispone de Bing, Yahoo o DuckDuckGo a un click de distancia. Nada más.Acojonante. Porque respecto a la libertad de entrada no tiene más que averiguar Rallo cuánta gente usa Bing en España. ¿Tiene algún indicio para pensar que es peor para los consumidores? Y juega con la ventaja de que el primer navegador que abren la mayor parte de los consumidores al comprarse un ordenador, viene con Bing por defecto. Otro abuso de posición dominante, por cierto. Pero esta vez de Microsoft. Y ni con esas usa la gente Bing. Aunque la ideología siempre da la respuesta. Si no lo usan, *tiene que ser* porque es peor. Punto pelota. Cosas como la costumbre, o el efecto gregario no existen. Martillazos a la realidad.
También es de suponer que a Rallo no le ha entrado nunca un malware que le cambie el buscador de sus navegadores. Y por eso no ha podido observar su propia reacción. ¡De enorme cabreo! ¿Por qué? ¿Porque es un buscador peor? ¡Quia! Porque no es mi buscador.
Lo curioso de la libertad como ideología es que no es una libertad libre. Es obligada. Hay mil circunstancias en las que la gente no quiere libertad. Sin ir más lejos, en el matrimonio. Generalmente prefiere poder dar por supuesto que la parienta no le pone los cuernos, pasando olímpicamente de aplaudir la libertad. No sé Rallo. Seguro que alega que se trata de un contrato. Pero es que también hay cierto contrato (moral) con Google. Don’t be evil y todo aquello.
En resumen. Lo de la Comisión Europea puede perfectamente ser una cagada. Ni idea, porque es complejo y no lo he mirado. Y no me fío un pelo. Pero lo que seguro que es una cagada es la fantástica simplificación con que la ideología contempla el mundo, y “soluciona” sus problemas. Fantástica, de fantasía.
¿Hay forma de que el liberalismo no sea ideología? ¡Pues claro! Es fácil. Quítale el matiz de axioma y de absoluto, y de “llave para todo”, y ya lo tienes. En ese caso, el liberalismo ya no es ideología, sino constatación. Funciona. Hay muchos otros argumentos para criticar esa decisión de la Comisión Europea, y Rallo los usa. El problema es el charco ideológico. Por un motivo básico. Vivimos muchos en el mismo sitio. Si partimos de axiomas opuestos, no hay forma de hablar, ni entendernos. ¿No podríamos empezar a dar ejemplo, metiéndonos los axiomas do nos quepan?
Nota: Espero no perder muchos amigos. Ya me conocéis. No tengo arreglo. :(