Científicos al paro, porque ya han producido la alarma necesaria (es en serio)
Josh, siempre tan genial, lo clava en una sola viñeta.
La imagen viene de WUWT: [–>]
¿Como era aquello de que si juegas con niños acabas mojado? Pues si juegas a la política, tu juego dura lo que duran tus cartas. Si se trata de proporcionar una alarma climática, en la que no cree nadie pero puede producir el acuerdo saca-cuartos de París, tu chollo dura hasta que se llegue al acuerdo de París.
Los primeros han sido los australianos, y lo cuenta Jo Nova:
No, no es broma ni exageración. De la carta [-->] de Larry Marshall, jefe ejecutivo del CSIRO a sus científicos:Nuestros modelos climáticos están entre los mejores del mundo, y nuestras mediciones mejoran esos modelos para probar el cambio climático global. Esa cuestión ha sido respondida, y ahora la nueva cuestión es qué hacer acerca de ello, y cómo encontrar soluciones para el clima en el que vamos a vivir.Resumiendo. Unos 300 científicos del clima australianos a la calle. De dos secciones del CSIRO en las que había 350.
A tomar por flai la ciencia básica y la investigación del clima. ¿Somos capaces de predecir el clima de Australia en los próximos 30 años? No, no padre. No somos capaces de predecir el clima global, porque los modelos excelentes son excelentes en un sentido muy diferente de su capacidad de predicción - jamás demostrada. Pero en clima regional ya se ha demostrado mas que suficientemente la total incapacidad de los modelos para representar algo que se parezca -siquiera remotamente- a la realidad. El lector que quiera una lista (ristra) de estudios científicos que los demuestran, que la pida.
¿Somos capaces de decir cuándo -y cómo- será la próxima glaciación? No; ni siquiera con un margen de milenios. Vaya, somos capaces de decirlo, y lo decimos. Sólo que cada estudio dice una cosa diferente. Tampoco sabemos por qué, o cuándo, ocurren los eventos Bond. Los cambios climáticos naturales más fuertes del Holoceno. NPI. Pero sí sabemos que han producido hambrunas, y el fin de civilizaciones históricas. Muchas veces, y no hay motivo para pensar que vayan a parar.
Pero tampoco es que esos detalles -o sea, el clima- les interesaran nada a los científicos que ahora van al paro. El Calentamiento Global Acojonante no se tratata de saber; no se ha tratado nunca. Se trata de París, y se trata de impuestos. París ya está en el bote, y los impuestos en pantalla:
¿Para qué querrían ahora los políticos ciencia básica, y saber? Un político es, por definición, un campeón que ya lo sabe todo. Vaya, como los chicos del cuento del Calentamiento Global Acojonante. Hay que ser bombero torero para vender al mismo tiempo un aumento del conocimiento (investigación), y un ya lo sabemos todo. ¡Subnormales! Y claro, a la calle. No hay otra.Desde el Met Office tratan de defender a sus primos.
No, Richard, lo siento. Los investigadores no “fixan” nada. Ni tampoco hay nada que arreglar. Pero dale a un político un problema artificial, y lo que jamás le van a faltar son soluciones. Te lo “fixa”, niquelado. Con soluciones siempre muy convenientes … para el gobierno y el partido. Y siempre, siempre, siempre, pasan por lo mismo: pasta; poder; capacidad de arbitrio. Se llama política. Y es a lo que estáis jugando, pero sin conocer bien el juego. Aparentemente.
Si se mira con mentalidad de tiburón financiero tampoco les ha salido mal. Han pegado el pelotazo, y ahora … ¡que chova! Los jóvenes de la especialidad, que todavía no habían pillado bien, bueno, que hubieran tenido los ojos más abiertos. Y siempre se pueden enchufar a una ONG, y al activismo.
Por otra parte, seguro que es muy bueno para la climatología. Lleva como 30 años estancada [–>]. Si ahora, entre menos, se dedican a aprender en lugar de a vender burras cojas, y por las puras ganas de saber cómo funciona la naturaleza, se puede apostar que empezará a avanzar de nuevo.
No podía faltar el mensaje de Judith Curry (su marido es australiano y viene del CSIRO):
Os ha estallado vuestro propio petardo. Estáis matando la ciencia del clima por el interés de promocionar un consenso falso y sin sentido.En: