Rosa María Hartar de Reír (@rosamariaartal) es candidata, y virtual diputada
No he dicho en qué partido todavía, pero no creo que nadie lo necesite. La política española -y sus partidos- está llena de payasos que actúan como si no fueran payasos. Y además hay un partido lleno de payasos, pero que actúan como tales sin el menor rubor. El único partido que podría contratar a Rosa María Hartar de Reír.
Con estos especímenes es muy bueno darse una vuelta por Twitter y buscar cosas recientes. De cuando todavía no eran candidatos. Y lo primero que destaca es la cantidad de gente que tiene bloqueada en Twitter la campeona … ¡sin que siquiera la conocieran! Este es un ejemplo; pero hay -literalmente- a patadas. Y la conclusión es que si Rosa María no te ha bloqueado antes de que sepas de su existencia, eres un pipiolo.
Bueno, quién sea no importa mucho; lo que importa es cómo es. Y resulta fácil de describir. La versión descerebrada de Julia Otero. Quiero decir que Otero es un caso de interés; una persona inteligente descerebrada por una ideología. Mientras que Hartar de Reír venía descerebrada por la naturaleza, ya antes de la intervención del jamatarros. Pero no es problema, ella se cree inteligente y bloquea a los tontos – además de los montones con los que no ha interactuado.
Este último es especialmente gracioso. ¿Por qué le parece tonto Pastrana a Hartar de Reír? Por una crítica que debería entender un niño de teta, pero resulta excesiva para la periodista de Potemos. Le habían plantado delante estos dos “tuits” suyos, donde se ve que expulsar a periodistas de los medios de comunicación es horroroso, o cojonudo, según le gusten o le disgusten a la fenómeno.
No es el único ejemplo de su amor a la libertad de expresión de sus compañeros, ni mucho menos. Pero pondremos sólo uno más.
No es fácil imaginar qué le pasa a esta chica para que gaste tanto odio como el que muestra. Joder, era guapa; con sus momentos de éxito como periodista; ¿qué es lo que le falla? Pero siempre resulta delicado calcular los efectos de una falta demasiado radical de inteligencia. Pasa lo que pasa; que van sin frenos.
69 añitos tiene la “joven”. Tal vez sea muy insegura, muy necesitada de amor y de aplauso. Y como ve que cuanto más animaladas dice, más le aplauden, ella se lo cree y se crece.
Lo que no se da cuenta es que las animaladas las aplauden sólo los más cafres, por mucho que aplaudan con más ruido. La inteligencia.
¿Merecerá la pena explicarle que a los judíos empezaron a marcarlos en Europa el siglo XIII, cuando Kublai Khan invitaba a todas las religiones a debatir en su corte? La primera referencia suele ser la de Inocencio III en 1215 (IV Concilio de Letrán), pero se limita a generalizar una costumbre que ya se practicaba en mucho sitios [–>]. No, mala idea, porque entonces empezaríamos a hablar de la cultura de los Potemitas. Y no sólo de Pablito; nuestra encantadora periodista encaja perfectamente.
Sea; ilustremos a los ignorantes. Fanático viene del latín fanus, templo. Señalaba a los maníacos religiosos. En cambio el fan inglés viene de ventilador, o abanico. Una metáfora, como produciendo un viento que impulsa al objeto de adoración. Pero mejor no insistir mucho.
Es mejor que se centre en sus fobias y espumarajos, que es lo que se le da bien. ¿Acaso no levantan sonoros aplausos?
Pero lo mejor es la imagen que tiene de sí misma. Social-demócrata nórdica, y mítica. Tal cual.
Los "tuits", o las imágenes sacadas de "tuits", vienen de demasiadas fuentes. Que me perdonen por no citar; salen de una búsqueda de fotos en Twitter.
El espactáculo ya estaba servido. Rosa María Hartar de Reír (@rosamariaartal) le da garantías añadidas.