Esa manía de borrar los "tuits" no arregla nada
Ya sé que es muy común lo de borrar “tuits”. Cuando están mal, o cuando ha sido una ofensa más allá de lo que luego se puede soportar sin rubor. La gente suele pedir que se eliminen, y eso se suele hacer. Yo creo que no arregla nada, y definitivamente no nos hace mejorar. Al contrario; facilita la irresponsabilidad.
Este caso además es bonito, por lo muy representativo que resulta del absurdo alarmismo con el cuento del clima. Y no se trata de un turista despistado. Dicen que son:
www.conec.es es el portal web de divulgación científica del Instituto de Ciencias Físico-naturales de la Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d’Estudis i d’Investigació (IAM-CeVEI) y de la Fundación de la Comunidad Valenciana para el fomento de Estudios Superiores (FFES), impulsada por la Generalitat Valenciana, a través de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte. Está dirigido tanto a la sociedad en general como al propio ámbito científico, con el objetivo de incrementar la cultura científica. De manera especial pretende llegar a los estudiantes de los diversos niveles educativos, a fin de incentivar en ellos su interés por la investigación y promover su deseo de dedicarse a la ciencia.
No tengo copia del “tuit” borrado, pero era muy fácil de recordar. Decía que en Canadá están muy preocupados porque se pierde el hielo del suelo (así lo ponían) por culpa del cambio climático. Y enlazaban a este artículo de Science, con su foto y todo:
Coño, si dice “colección”, y ves un cilindro de hielo en una especie de laboratorio, hay que tener ganas para relacionarlos con el “hielo el suelo” de Canadá. Y todavía muchas más ganas para hablar el calentamiento global. ¿El “calentamiento global” dentro de ese edicifio? Pero sí; claro que hay ganas. Si leen hielo, Canadá, y deshielo, lo de calentamiento global ya les sale de corrido. Así se trate un centro de estudios y de investigación.
Protesta:
Pues nada. Borran el “tuit”, les piden disculpas por mensaje privado a los dos únicos espontáneos a los que está claro que no han engañado, y los demás que se jodan. El 90% o por ahí de las lecturas que recibe un “tuit” serán en las primeras pocas horas. Si lo borras varias horas después, sin avisar a tus lectores, consigues evitar que se equivoque el 10% (o por ahí) que quedaba por leerlo. Pero lo que no consigues es que el 90% que lo ha leído se quede con la impresión equivocada. ¡Drama con el hielo “del suelo” en Canadá, por culpa del Calentamiento Global Acojonante!
Pues no, joé. Visto el error, pones un nuevo “tuit” de disculpas y explicación ¡para todos!, en el que incrustas el mensaje equivocado. Y claro que resulta doloroso que lo vea todo el mundo. Pero es un dolor bueno, no malo. Es el dolor que nos hace tener más cuidado la próxima vez. En cambio, borrar es la estrategia que incentiva seguir metiendo la gamba cuando nos lo pide el cuerpo.
Anda, no borremos “tuits”. Nunca. Probablemente mejoraría la herramienta, por reducir el gatillo alegre.