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Original: http://plazamoyua.com/2007/07/15/%c2%bfeuskolandia-no-gracias/

2007-07-15 - publicado por: soil

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¿Euskolandia? No, gracias.

Euskolandia no, gracias.

¿Vamos a empezar a abrir los ojos algún día? ¿Vamos a dejar de engañarnos con la pavada esa de que en el fondo los nacionalistas no quieren de verdad la independencia?

Imaginemos que triunfan. Que consiguen, con todos los asesinatos, los robos, los chantajes, las palizas y las presiones políticas y económicas, además del colosal gasto en dinero y esfuerzo personal, su maldita Euskolandia.

Está claro lo que habrán ganado los jerifaltes del PNV, o los de Batasuna, o tal vez ambos, aunque eso sea dudoso. Pero, ¿que habríamos ganado la gente en general?

¿Ser más vascos? Mentira. Nadie nos impide ser todo lo vascos que queramos, en el supuesto de que algún imbécil crea saber en qué consiste eso de ser “muy vasco”, o “más vasco”.

¿Dejar de ser españoles? Cierto, eso sí lo conseguiríamos. ¿Y que ventaja o placer produce tal logro? Dejar de ser lo que somos, que no está nada mal, y que nos da muchísimo más que lo que sería normal teniendo en cuenta la población y riqueza relativa de España, para ser parte de una nacioncita marginal, con una cultura de chistu y tamboril si quitamos el componente español a la cultura vasca, o sea, una cultura propia y una importancia en la historia y en el mundo comparable a la de los sioux, ¿es eso un logro? ¿Eso es ganar algo?

Que nos cuenten, por favor, cual es la ventaja de ser vasco, pero no español (o francés). Y que nos cuenten que justificación tendría el formidable gasto y esfuerzo que la tal nacioncita de mierda supone. Porque españoles (o franceses) ya lo somos, no hay que hacer nada para ello. Pero Euskolandia tienen que construirla, en eso están. Entre otros esfuerzos habría que cambiar de idioma y pasar a un idioma que solo sirve para … ¡fabricar Euskolandia!, precisamente.

Ser libres, nos dirán, poder decidir nuestro futuro. Vale, colega. El problema está en ese pequeño detalle del “nuestro”, o sea, en quien somos nosotros. Porque “nosotros” puede ser nosotros, los de mi barrio, nosotros, los de Bilbao, nosotros, los de Vizcaya, nosotros, los de Euskolandia, nosotros, los de España, o nosotros, los de Europa. Y si se trata de que nosotros, los de Euskolandia, somos los que podemos decidir nuestro futuro, eso quiere decir que nosotros, los de mi barrio no podemos decidirlo, así como tampoco nosotros, los de Bilbao, ni nosotros, los de Vizcaya, ni nosotros, los de España, ni nosotros, los europeos. ¿Te das cuenta, ZP, profesor?

Así que despojado el problema de todos los engaños nacionalistas y zapateristas, aquí la cuestión solo es una: ¿Queremos ser de la nación Euscolandia, o queremos ser de la nación España. Y no es más o menos libre una cosa que la otra. Solo es más o menos estúpido.

Y la cuestión por supuesto es decidir si vamos a dejar que nos lleven al huerto, o si vamos a pensar qué es lo que preferimos, y qué vamos a hacer para conseguirlo. Eso es ser libre.

Por nuestra parte, una soberanía europea nos parecería bien, así como mantener la española de momento. Pero ni un gramo menos que eso. Euskolandia no, gracias.