¡Pobre mierda!

El eusco-héroe recientemente detenido, presunto pistolero de ETA, probablemente un valiente atacador por la espalda, llegó a comisaría con una costilla rota y algunas contusiones. ¿Y que hacen nuestros nazionalistas, fabricantes de mitos y naciones? ¿Se encojen de hombros, pensando -"¡Gajes del oficio y de la guerra!"? Ni hablar; corren a los jueces (del enemigo) y a la prensa gritando -¡Mamá, mamá, le han pegado!.

Y así estamos. Nos venden unos míticos gudaris que se esfuerzan y arriesgan por la supervivencia de un pueblo inexistente, y resultan no ser mas que unos cobardes mierdecillas, tipejos despreciables que ponen bombas al paso de los inocentes, y atacan y asesinan por la espalda a gente desarmada. Pero eso sí, ahora está todo el coro nazionalista poniendo el grito en el cielo por una costilla rota. Pues ¡pobre mierda!

• ¿Y el nazionalismo catalán?

Esa es otra. Los valientes nazis catalanes, aplicando la conocida táctica de los nazis originales, tratan de amedrentar al rival político atacando y amenazando a su familia. ¿Para qué un argumento con lo expeditivos que son la violencia y el miedo? ¿Por qué discutir cuando se puede hacer callar? En este caso son los padres de Albert Rivera los que reciben a la puerta de su tienda las advertencias nazis, según vemos en la foto de Libertad Digital.

¿No ocurrirá todo esto por ser superiores? Ya sabéis, los nazis genuinos eran de “la raza superior”, y nuestros nazis de pacotilla son indudablemente muy muy superiores a “maketos” y “charnegos”, ¡puajjj!