La Iglesia del Gran Mesías
LaIglesia del Gran Mesías vs. Secta de la Chiringología, de Juan Espino.
–2º - La Iglesia del Gran Mesías

- Acomplejado.- Sólo así se puede explicar la inmensa cantidad de innecesarios e inútiles asesores para esconder su inicial inseguridad pero finalmente su mesianismo se impone sobre cualquier experto. Sus complejos se denotan mucho más en sus salidas al extranjero.
- Mentiroso (Enemigo de la Verdad).- Sin el menor pudor es capaz de decir al pueblo español sobre la tregua de ETA, "hoy estamos mejor que ayer y dentro de un año estaremos aún mejor", cuando según su propio negociador, Eguiguren, ya sabía que ETA había decidido romper las negociaciones y, al día siguiente llegaron los muertos de Barajas. Negó las negociaciones, negó que se estuvieran saltando las leyes en el "caso Faisán", negó la crisis, podría continuar pero es algo tan evidente, ...
- Manipulador e irresponsable.- No le importa "quemar" a cualquiera de sus ministros lanzándolo por delante a hacer difíciles declaraciones para, tras recoger el rechazo frontal de su opinión pública, llegar él desmintiéndolo todo. Negocie con quien negocie, le dirá lo que éste quiera oír. Posteriormente, lo de cumplir lo pactado, si te vi no me acuerdo.
- Rencoroso y cobarde.- Sólo tenemos que observar su actitdud hacia Rajoy o las propias Víctimas del Terrorismo a la que niega su asistencia a su último Congreso internacional, también una buena componente de cobardía hay en ello, para recibir a sus estómagos agradecidos, los de la ceja.
- Falto de conciencia.- si posee la capacidad del sentimiento de culpa, éste hace más huelgas que la UGT con gobierno del PP. Jamás ha reconocido ninguno de sus muchos errores. Quitó importancia, calificándolos de "error", al asesinato de dos ciudadanos en Barajas.
Dicho lo anterior, para cualquier mente analítica que no le padeciera –como un amigo noruego que, desde la distancia, considera imposible que todo un pueblo, soporte al inútil que les está llevando a la ruina literal–, resultaría realmente inexplicable que, a pesar de todo, la gente le respalde. No resulta tan difícil de creer si conocemos su total ausencia de pudor en usar de sus mejores armas, la mentira y la falta de conciencia o sentido de culpa ya descritas. Como cualquier sátrapa iluminado, primero repartió y malgastó, a espuertas, el grano almacenado durante años en las arcas del Estado, para después continuar regalando el grano que no tenemos y, al no ser nuestro, tendrán que pagar, cada vez más caro, nuestros hijos. Simple, como su mente y, también, como ella, destructivo hasta el exterminio.
Así que la huida hacia delante se ha convertido en su mono-consigna, esperanzado en encontrar finalmente su pretendidamente “alto destino” y no sabe que, muy a pesar nuestro, ya lo alcanzó y fue definido concisamente por Aznar: “Nunca nadie, hizo tanto daño en tan poco tiempo”.