¿Queremos saber?
Se me ha olvidado mi intención de ver la serie de Tele 5 sobre el 15M. Tengo tan fuera de la cabeza y costumbres la existencia de ese aparatito soez llamado televisión, que ha sido imposible. Me hace acordarme Albert Rivera (@Albert_Rivera), por Twitter.
He cambiado el orden, para que se lea por lo normal, de arriba a abajo:
Tengo opiniones encontradas sobre Rivera. Me parece un jeta, pero, ¿qué político no lo es? Y por otra parte me gusta la mayor parte de las cosas que dice, y más importante, que hace. Bueno, ahora; porque aquella alianza con Libertas y Miguel Durán en las europeas fue de traca. Pero en todo caso hay que reconocer que en Twitter lo hace muy, muy bien. Da toda la impresión de escribir él mismo, en vez de encargárselo a un negro, y participa en muchos intercambios de preguntas / opiniones. Y te cuenta sus cosas y sus actividades parlamentarias y mediáticas, de una forma interesante e instructiva.
Y hablar del 11M no es algo a lo que se atreva cualquier político. Veremos a dónde llega, pero recuerdo muy bien el vacío tenso que se le hacía al tema en el blog de Rosa Díez, cuando Rosa tenía un blog digno de mención. No es que estuviera expresamente prohibido hablar del caso judicial del 11M (alguna coz sí que hubo), pero se podía oir el zumbido de neuronas de la política pretendidamente "diferente", - ¿me conviene, no me conviene?; ¡mejor chitón!-.
Así que tiento a Rivera, a ver si hay eggs de recoger el guante:
Esa me parece la primera pregunta, la pregunta maldita y desgraciada del caso 11M. ¿Queremos saber? Porque quedarse con la idea de que fue el terrorismo islámico, así, sin nombres, es una forma perfecta de no querer meter en la cárcel a los hijos de puta, y de hacer justicia. O de no saber. Y si quieres saber, la primera pregunta es, ¿cuánto sabes? ¿Cuanto falta por saber? ¿Queda alguien por ahí suelto, con la culpa no sustanciada por la justicia de haber puesto una de las bombas del 11M? Y, desgraciadamente, la única respuesta es que quedan muchos, y que nadie está preguntando qué se hace por cogerlos.
Es cosa de cada cual saber si quiere saber, o no quiere saber. Pero desde el punto de vista de lo público, de la política, no es una cuestión personal. Es un deber de estado responder a la pregunta de cuántas bombas quedan por llevar a la justicia. Y no vale la trampa judicial de decir que han sido los muertos de Leganés, y como están muertos no se les puede juzgar. En primer lugar porque sólo eran siete, y entonces faltarían cinco hasta los 13. En segundo lugar porque no eran siete, sino ocho; y el octavo sí fue juzgado, porque se escapó del piso y está vivo. Según el juicio, no puso ninguna bomba. Así que por pura estadística, hay que pensar que al menos la mitad de los siete no pondría bomba alguna. Y en tercer lugar porque que no se les pueda juzgar no quiere decir que no se pueda investigar policialmente, y presentar un informe completo y exhaustivo, que detalle este sí, este no, por tales y cuales contundentes motivos, pruebas, reconocimientos, lo que sea. Y al final, tener algo parecido a, por ejemplo:
- Bomba nº 1: Jamal Zougham; condenado; en la carćel.
- Bomba nº 2: atribuida a Morito Morero, en búsqueda y captura.
- Bomba nº 3: atribuida Jamal Ahmidán, muerto en Leganés.
- Bomba nº 4: atribuida Alekema Lamari, muerto en Leganés.
- Bomba nº 5: sin atribución, se sigue investigando (con x policías y medios dedicados a la operación)
- Bomba nº 6: sin atribución, se sigue investigando (con x policías y medios dedicados a la operación)
- Bomba nº 7: sin atribución, se sigue investigando (con x policías y medios dedicados a la operación)
- Bomba nº 8: sin atribución, se sigue investigando (con x policías y medios dedicados a la operación)
- Bomba nº 9: sin atribución, se sigue investigando (con x policías y medios dedicados a la operación)
- Bomba nº 10: sin atribución, se sigue investigando (con x policías y medios dedicados a la operación)
- Bomba nº 11: sin atribución, se sigue investigando (con x policías y medios dedicados a la operación)
- Bomba nº 12: sin atribución, se sigue investigando (con x policías y medios dedicados a la operación)
- Bomba nº 13: sin atribución, se sigue investigando (con x policías y medios dedicados a la operación)
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Nota / actualización:
No había visto al artículo de hoy de Luis del Pino sobre el reportaje de Tele 5. Tampoco le había visto nunca, liado como está en el complejo conjunto de todo caso, hacer tanto hincapié en la que considero la pregunta calve del caso: ¿quien diablos puso las bombas? Pero parece que la teleserie tiene la virtud de señalar, sin querer, un problema muy gordo:
LdP:1) Comencemos por lo fundamental: la identidad de quienes montaron y colocaron las bombas en los trenes. En la serie, se presenta como encargados de la colocación y montaje a los siete muertos de Leganés y a otros seis sujetos que no se sabe quiénes son.
2) Por el contrario, la serie omite el nombre de la única persona que sí que está condenada por poner una bomba en los trenes: Jamal Zougham.
3) ¿Y, puestos a manipular, no podía la serie haber presentado como colocadores de bombas tanto a Jamal Zougham como a los muertos de Leganés?", se preguntará el lector.
4) Lo que pasa es que, entonces, los guionistas se habrían arriesgado a las posibles consecuencias judiciales. Porque si algo ha quedado establecido claramente en las sentencias de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo es que entre Jamal Zougham y los muertos de Leganés no consta el más mínimo contacto previo (ni posterior) al atentado. No ha podido acreditarse ninguna reunión entre ellos, no ha podido acreditarse ninguna llamada cruzada entre ellos y no ha podido acreditarse la presencia de Jamal Zougham en ninguna de las casas donde se supone que los muertos de Leganés estuvieron antes o después del 11-M.
Es completamente cierto lo que dice del Pino. Ya he comentado que yo rastreé la versión digital del sumario, buscando relaciones entre Zougham y el resto. Y, sencillamente, no había. El Chino (Ahmidán) había comprado unas tarjetas en su tienda. No a él, sino a un dependiente. Y cuando fue al día siguiente a protestar porque no tenían tanto saldo como el previsto (o algo similar), fue Zougham, como responsable del chiringuito el que se hizo cargo. Lo que hace pensar mucho más en una no relación que en una relación. Más algún encuentro circunstancial con otros de la trama imaginaria, sin ninguna relevancia, y creo recordar que con ninguno de Leganés. Pero nada de nada que haga pensar en un equipo.
Ese ha sido el principal problema del 11M; y la serie de Tele 5 lo muestra rotundamente. El guión, lo que cuentan, no funciona. Además del pequeño problema de que si resolver un caso es encontrar a los culpables y juzgarlos, en el 11M queda más de la mitad del caso pendiente, y no parece que nadie se haya dado cuenta.