Las garzonadas

¿Como era aquello de la mujer de César? Pues con el puesto de juez pasa lo mismo. Y no basta con el argumento de que sus decisiones son recurribles. No en España, hoy. Porque ya sabemos que con la sodomización que el ejecutivo practica sobre el judicial, cuanto más alto el tribunal, más controlado por el gobierno está. La práctica lo demuestra; los únicos sustos que se lleva el gobierno son de juzgados provinciales.

Que Garzón sea capaz de retorcer tanto un argumento como para darle la oportunidad de comprarlo y defenderlo a quien esté en la misma onda, solo quiere decir eso. Que los partidarios lo pueden comprar. Y los partidarios siempre compran lo que haga falta. Pero eso está muy lejos de implicar que sea, además, justo. Y si encima se le añade la tesis garzonita de la “justicia de situación”:

"El juez no es ajeno a lo que sucede a su alrededor y a la sociedad en la que vive y entonces tiene que pulsar cuál es esa situación y trabajar en ese sentido", reiteró en la feria del libro de Madrid, donde firmó ejemplares de la obra ... -->.

Muy Garzón. Lo que haces es delito o no lo es dependiendo del variable ambiente del momento. Y como el que decide, y el que olfatea el ambiente, soy yo, lo que hagas será delito o no lo será según a mí me salga de los cataplines. ¿Capisci?

En otras palabras. Tú, que ayer mataste o colaboraste con el asesinato de un inocente inerme, serás más o menos culable, hoy, según marche el tejemaneje del gobierno con tus compinches.

Pues eso. Es maravilloso que esa alcaldesa de Mondragón que aceptada el asesinato como herramienta política esté en el trullo. Pero sobre si eso es justo, o no, caben todas las sospechas de que se trate nada más que de la última garzonada. Y, ¿quien se fía de que un eventual recurso tenga muchas posibilidades de ir en contra de lo que le conviene al gobierno, en nuestro muy independiente sistema de justicia?

En todo caso que no se lanzen tanto los ibarreches que se empeñañ en comparar a víctimas con verdugos, y ponerlos juntos en los actos de supuesto rechazo del crimen. No es lo mismo, Kalendari, majo, el asesinato como herramienta política, que la garzonada como herramienta política. Uno implica la muerte, y el otro una temporadita de sombra. No es igual, por mucho que te empeñes. ¿O acaso a tí te daría igual que te apliquen la herramienta de ETA, o la de Garzón?