¿La última vuelta de tuerca?
Quedaba pendiente de comentar el anteproyecto de ley “Leire Pajín, qué guapa eres”. Los sociatas le llaman “ley para la igualdad de trato y la no discriminación”. Y no es extraño que sea una ministra de un gobierno Zapatero la que pretenda hacer una ley contra la discriminación. Como se sabe, discriminar es seleccionar, excluyendo. Elegir las características necesarias para algo, y excluir a los elementos que no tengan esas características. Espantosa operación que hasta el momento había evitado que alguien como Leire Pajin fuera ministra de nada. Y eso es algo a lo que Pajín, inevitablemente, tenía que meterle mano.
No, fuera de bromas; se trata de la guinda de la tarta. Y es una tarta muy grande, no solo española, y que viene de tan lejos como la caída del muro de Berlín. Tal vez antes. Y se trata de una nueva forma de totalitarismo, muy inteligente, que acaba con cualquier impedimento al absolutismo de la opinión dominante. La dictadura completa de los creadores de opinión sobre las personas.Para organizar esa apisonadora legal y moral, necesitan desactivar los viejos esquemas que impedían que el poder fuera absoluto. Un poder absoluto es un poder arbitrario, y necesita acabar con:
* La idea misma de la razón objetiva, sustituida por el relativismo.
* La separación de poderes.
* Los derechos individuales, sustituidos por los de la colectividad.
* El método científico, por el "consenso".
* La libertad de expresión y de prensa.
* Una educación basada en "resultados", sustituida por aquella basada en (buenas) intenciones.
Hasta ahora solo habían avanzado muchísimo. Faltaba la guinda. Recomiendo el análisis de José Carlos Rodriguez en Libertad Digital: En lo único que no estoy de acuerdo con JCR es en que se trate solo de la España de ZoPenco. La diferencia es que aquí, con menos cultura, avanzamos más deprisa.