Queréis hablar de los ministros?
A mi me aburre, o no estoy motivado. Veo mucho elemento de partido, y poco elemento de peso. Lo cual, aparte de poco interesante, no tiene por qué ser necesariamente catastrófico. Supongo. Porque no tiene el mismo significado lo de “elemento de partido”, cuando se trata de Sorayita o de Montoro, que cuando se trata de Aído o de Pajín. Pero sí parece confirmarse lo que venía teniendo toda la pinta. El Mariano no ve ningún problema de partitocracia en España, ni la menor necesidad de sacar las garras de los políticos de todos los resortes de la sociedad. Tampoco hay una corrupción generalizada, y si el marido le mete a Mato un Jaguar en el garaje, es lo más natural del mundo que no se dé ni cuenta.
Sofá, Teledeporte, Marca, coñac y puro. ¿Y ahora, por fin en el gobierno, qué mas se puede pedir? Y lo peor es que eso nos parezca infinitamente menos peligroso que lo que había. ¡País!
Pues eso, que el que quiera que se enrolle, que yo no.