Por una nueva ley de partidos (por ejemplo para UPyD).
Una iniciativa firmable, inútil e imprescindible. Me entero por Así Timermans:
Se puede firmar en este enlace: Y ya que le he contestado a Asís en lo suyo, lo pongo también aquí:Yo tengo una experiencia personal, creo que sumamente ilustrativa. Siempre he estado alejado de los partidos (y del voto). Tras años en el extranjero, volví en 2005. Y España me pareció una locura. Y pensé que había que arrimar el hombro. No sé, contribuir algo antes de protestar. Y me apunté al partido de Rosa Díez (eso es lo que es UPyD), desde antes de que existiera como proyecto.
El ambiente era este:
Resalto:Es cierto que los estatutos de los partidos garantizan muchos derechos a los militantes e imponen numerosas limitaciones a los cargos, pero la inexistencia de competencia interna en forma de oposición reconocida, y la coincidencia de las funciones de juez y parte en los mismos círculos de poder, suelen dejarlas en nada. Todos los esfuerzos se dirigen a reforzar el monolitismo y a excluir a los disidentes, prioridad que a la larga redunda en el empobrecimiento intelectual de los cargos partidarios, cooptados entre la afiliación más sumisa y más ansiosa de disfrutar la carrera política que sólo el partido -el aparato- puede darle.
El mismo firmante del artículo, Carlos Martínez Gorriarán, se convirtió en el gran látigo de herejes, y conductor leninista de un chiringuito enteramente particular y al servicio de la divina. Del artículo del ABC, reflejado arriba, pasó al “queremos votos, no afiliados”. Y al “sería absurdo que el partido reflejara el sistema democrático, con partidos dentro”. O sea, de la “oposición reconocida” que pedía antes de tener un partido, al más totalitario monolitismo – dedicado a cortar cualquier cabeza que piense por su cuenta. Y hablo de cortar las cabezas, tras rosarios de insultos feroces -como de psicópata- escritos en su blog de Basta Ya. Luego cerró y borró el blog, de pura vergüenza. Justo cuando empezaban a preguntarle qué pasaba con las denuncias presentadas contra sus apparatchiks, que ingresaban selladas en la oficina del partido, pero se quedaban en el limbo, para siempre jamás.Un cachondo, el Gorri. Inventó -o poco menos- el término “selección negativa”, para explicar lo que ocurre dentro de los partidos que tienen los cojones de llamar “tradicionales” en UPyD. Solía describir minuciosamente la técnica. Supongo que solo estaba memorizando, para que luego le saliera fácil y de corrido al llevarlo a cabo.
Y no es nada personal. Yo me fui mucho antes de que me echaran, al primer atropello excesivamente indisimulable que vi.
Esto es lo que ocurre en un partido que va de “regenerador”. Imaginemos los “normales”. No, desde dentro es imposible que limpien la cacicada chiringocrática que tienen organizada. Por eso son imprescindibles -aunque inútiles- iniciativas como la que traes.
Nota / añadido. Recomiendo fijarse en un detalle esclarecedor. UPyD habla constantemente de cambiar la ley electoral. Es una de sus banderas. Pues bien, el ejercicio es fijarse en qué quieren decir, qué quieren cambiar. Nada que tenga que ver con lo que plantea este manifiesto -y la pura decencia política-. Solo la quieren cambiar para tener más escaños. Con un argumento (igualdad de peso de cada voto) que no por ser justo deja de ser interesado. Las demás cosas justas -y necesarias-, como no les interesan, no las ven. O si te he visto, no me acuerdo.